¡Qué bien se está contigo, Señor, junto al Sagrario! ¡Qué bien se está contigo! ¿Por qué no vendré más? Desde hace ya muchos años vengo a verte a diario, Y aquí te encuentro siempre, amante solitario. Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás, Tú no me dices nada, ni yo te digo nada, Si ya lo sabes todo, ¿qué te voy a decir?. Sabes todas mis penas, todas mis alegrías, Sabes que vengo a verte con las manos vacías, Y que no tengo nada que te pueda servir. Siempre que vengo a verte, siempre te encuentro solo, ¿Será que nadie sabe, Señor, que estás aquí? ¡No sé! Pero sé en cambio, que aunque nadie te amara Ni te lo agradeciera aquí estarás siempre esperándome a mí. ¿Por qué no vendré más? ¡Qué ciego estoy, qué ciego! Si sé por experiencia que cuando a Ti me llego Siempre vuelvo cambiado, siempre salgo mejor. ¿Adónde voy, Dios mío cuando a mi Dios no vengo? Si Tú me esperas siempre si a Ti siempre te tengo Si jamás me has cerrado las ...
Comentarios
Publicar un comentario