Giuseppe Nascimbeni
El bienaventurado Giuseppe Nascimbeni, hio de Antonio y Amadea Sartori, nació en Torri del Benaco, en Verona, a la orilla del Lago de Garda, el 22 de marzo de 1851. Fue bautizado el mismo día en la iglesia parroquial.
Vivió en un ambiente familiar cálido y sereno. Y en el seno de su familia maduró, no sin problemas iniciales, la decisión de consagrar su vida al Señor y al servicio de los demás, siendo ordenado sacerdote en Verona, el 9 de agosto de 1874.
Mientras estaba estudiando en el seminario, sintió un fuerte deseo de pertenecer totalmente a Dios y, para pedir la gracia de su fidelidad y una obediencia a toda prueba, se confió a la Sagrada Familia, que ya era su consejera. Lo expresó así: "Mi querida madre María, mi protector S. José, mi dulce corazón de Jesús, les confío la salvación de mi alma. Aquí estoy, como cera ante el fuego. Denle la forma que prefieran. ¿Quieren que sea hombre, sacerdote, serafín? Hagan de mi lo que quieran. Yo no quiero nada para mi."
Después de su ordenación, fue enviado como vicario parroquial y maestro de escuela primaria de San Pietro di Lavagno. Y en 1877 llegó a Castalletto di Brenzone, orilla del Lago Garda, a pocos kilómetros de su Torri del Benaco, como vicario parroquial y maestro de escuela. La ciudad de Castalletto, en la frontera con el imperio austro-húngaro, se convirtió y sigue siendo la única parroquia donde predicó. con todo entusiasmo, su pasión ardiente por la salvación de todos. En 1884 fue nombrado párroco de Castalletto y, desde el año siguiente, trabajó sin descanso en una serie incesante de actividades al servicio de los demás. El Padre Giuseppe participaba de la pasión y la compasión de Cristo por la multitud, y le gustaba llamarla "pobre gente". Procuró para su pueblo los servicios sociales básicos: correos y telégrafos, caja rural, autonomía administrativa, iluminación, renovación de edificios, obras hidráulicas, molino de aceite, talleres de impresión. Construyó un nuevo templo y la parroquia, cerca de la Gruta de Lourdes. Se entregaba incansable y generosamente a todos. A diario iba a encontrarse con sus parroquianos: charlaba con ellos, llevaba los sacramentos a los enfermos y atendía a los que estaban más graves, incluso durante toda la noche; ayudaba también económicamente a los más necesitados. En varias ocasiones buscó ayuda de Hermanas que participaran en su infatigable misión por la salvación del hombre y, confiado en la palabra de su obispo, en 1892 fundó el Instituto de las Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia para que le ayudaran a "llenar el Cielo de santos". En 1916 padeció una apoplejía con períodos de recuperación y de recaída. Murió el 21 de enero de 1922, aceptando la muerte como el inicio de una nueva vida.
El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 17 de abril de 1988 en Verona.
María Domenica Mantovani
Nacida el 12 de nomviembre de 1862, en Castalletto di Brenzone, un pequeño pueblo a orillas del lago de Garda, María Mantovani lleva en su corazón un amor ardiente por Jesús. Animada por el apoyo fuerte y seguro de José Nascimbeni, fundador del Instituto de las Pequeñas Hnas. de la Sagrada Familia, se convirtió en cofundadora y primera Superiora General del nuevo Instituto.
Siempre atenta a la voz del Espíritu, la Madre María Mantovani fue presencia firme y maternal junto a sus Hermanas, enseñándoles más con el ejemplo que con las palabras, que el Señor debe ser todo en nuestras vidas y que cada día debemos abandonarnos en sus manos con la confianza de un niño en los brazos de su Padre. Con sus Hermanas y para ellas, la Madre vivió su responsabilidad al frente de esta nueva Familia religiosa, inspirada en la vida de la Familia de Nazaret. Y murió el 2 de febrero de 1934.
El Papa Juan Pablo II la beatificó el 27 de abril de 2003 en Roma.
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