Desde la conversión, el seráfico Padre San Francisco amó con una inmensa devoción a Cristo pobre y crucificado. Hasta su muerte no cesó, con su vida y su palabra, de predicar al Crucificado. En el año de 1224 mientras se encontraba sumido en la contemplación divina en el monte Alvernia, el Señor Jesús imprimió en su cuerpo los estigmas de su pasión. El Papa Benedicto XI concedió a la Orden franciscana celebrar cada año la memoria de este hecho, y que es certificado por testimonios fidedignos.
Volver al Humus Volver al humus: Fértil oscuro. Latencia oscura. Latencia noche. Crecer de noche. Abierta noche. Cerrar abriendo. Caer naciendo. Volver al humus: Fondo nutriente. Silencia miento. Silencio oscuro. Silencio abrigo. Silencio gesto. Raíz callada. Modo callado. ¡Mi tierra oscura! Tierra placenta. ¡Mi tierra cuna! Volver al humus: Sustancia espesa. Sustancia pura. Raíces puras. Raíz segura. Raíz invisible. Raíz secreta. Mi luz secreta. Volver al humus: Volver a casa. Volver al alma. Alma de veras. Alma semilla. Cuida semillas. En semillarme. A semillarse. Volver al humus: Vida escondida. Escondimiento. Ocultamiento. Espera oculta. Oculto humilde. Coraje humilde. Coraje quieto. Volver al humus: Mi tierra sabia. El tiempo sabio. El tiempo largo. El tiempo lento. Allí yo viva. Allí me encuentren. Así me encuentren. Letra: Eduardo Meana. Intérprete: Hermana Clara y Marina (postulante)...
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