Ir al contenido principal

CARGA CON TU CRUZ Y SÍGUEME

Este estilo de vida nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino de renegarse a sí mismo es para dar vida, es contra el camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes solo para mí... Este camino es abierto a los otros, porque ese camino que ha hecho Jesús, de anulamiento, ese camino ha sido para dar vida. El estilo cristiano es precisamente este estilo de humildad, de dulzura, de mansedumbre. Quien quiere salvar la propia vida, la perderá. Y esto hay que vivirlo con alegría porque la alegría nos la da Él mismo. Seguir a Jesús es alegría, pero seguir a Jesús con el estilo de Jesús, no con el estilo del mundo. Seguir el estilo cristiano significa recorrer el camino del Señor, cada uno como puede, para dar vida a los otros, no para darse vida a sí mismo. Es el espíritu de la generosidad. Además, nuestro egoísmo nos empuja a querer aparecer importantes delante de los otros. Sin embargo, el libro de Imitación de Cristo nos da un consejo bellísimo: «Ama no ser conocido y ser juzgado como nada». Es la humildad cristiana, lo que ha hecho Jesús antes. Esta es nuestra alegría, y esta es nuestra fecundidad: ir con Jesús. Otras alegrías no son fecundas; solamente piensan - como dice el Señor - en ganar el mundo entero, pero al final pierde y estropea la vida.





(Cf Homilía de S.S. Francisco, 6 de marzo de 2014, en Santa Marta).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver al Humus

Volver al Humus Volver al humus: Fértil oscuro. Latencia oscura. Latencia noche. Crecer de noche. Abierta noche. Cerrar abriendo. Caer naciendo. Volver al humus: Fondo nutriente. Silencia miento. Silencio oscuro. Silencio abrigo. Silencio gesto. Raíz callada. Modo callado. ¡Mi tierra oscura! Tierra placenta. ¡Mi tierra cuna!  Volver al humus: Sustancia espesa. Sustancia pura. Raíces puras. Raíz segura. Raíz invisible. Raíz secreta. Mi luz secreta. Volver al humus: Volver a casa. Volver al alma. Alma de veras. Alma semilla. Cuida semillas. En semillarme. A semillarse. Volver al humus: Vida escondida. Escondimiento. Ocultamiento. Espera oculta. Oculto humilde. Coraje humilde. Coraje quieto. Volver al humus: Mi tierra sabia. El tiempo sabio. El tiempo largo. El tiempo lento. Allí yo viva. Allí me encuentren. Así me encuentren.  Letra: Eduardo Meana.  Intérprete: Hermana Clara y Marina (postulante)...

EL PODEROSO RECLAMO DE LOS SUEÑOS

  Mucha gente experimenta que entre sus sueños y la realidad que viven, hay una distancia abismal.      Esta situación general nos pone en un gran riesgo, porque el espacio de los anhelos del corazón, el lugar de los sueños, debe ser llenado con algo. Si ya no podemos tener sueños inspiradores, los reemplazamos con fantasías compensatorias, que nos hacen olvidar de la realidad frustrarte, llevándonos a habitar en un mundo imaginario, donde todo es perfecto.   Sin embargo, las fantasías compensatorias tienen el grave inconveniente de enajenarnos de la realidad y de hacer que, cada vez que despertemos de ellas, nos sentimos más y más atrapados por las situaciones frustrantes. Por el camino de refugiarnos en la fantasía, lentamente dejamos de creer que es posible hacer algo para cambiar las situaciones que nos frustran, y caemos en un amargo y resentido acomodo a ellas, con lo cual, al rechazo que nos produce la realidad, se agrega ahora un inconsciente y ...

JESÚS EN EL SAGRARIO

¡Qué bien se está contigo, Señor, junto al Sagrario! ¡Qué bien se está contigo! ¿Por qué no vendré más? Desde hace ya muchos años vengo a verte a diario, Y aquí te encuentro siempre, amante solitario. Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás, Tú no me dices nada, ni yo te digo nada, Si ya lo sabes todo, ¿qué te voy a decir?. Sabes todas mis penas, todas mis alegrías, Sabes que vengo a verte con las manos vacías, Y que no tengo nada que te pueda servir. Siempre que vengo a verte, siempre te encuentro solo, ¿Será que nadie sabe, Señor, que estás aquí? ¡No sé! Pero sé en cambio, que aunque nadie te amara Ni te lo agradeciera aquí estarás siempre esperándome a mí. ¿Por qué no vendré más? ¡Qué ciego estoy, qué ciego! Si sé por experiencia que cuando a Ti me llego Siempre vuelvo cambiado, siempre salgo mejor. ¿Adónde voy, Dios mío cuando a mi Dios no vengo? Si Tú me esperas siempre si a Ti siempre te tengo Si jamás me has cerrado las ...